El Levantamiento Espacial de Europa: Airbus Lidera la Carga para Liberarse de Starlink y el Control de Aranceles de EE. UU.

Por
Yves Tussaud
7 min de lectura

La Gran Apuesta Espacial de Europa: Airbus, IRIS² y el Precio de la Autonomía

Ante el aumento de las tensiones geopolíticas, Europa se apresura a reemplazar los activos espaciales de EE. UU. y se prepara para las consecuencias arancelarias

En un esfuerzo discreto pero decidido por lograr la autonomía estratégica, los gigantes aeroespaciales europeos y los gobiernos nacionales están acelerando sus iniciativas para reemplazar la infraestructura espacial controlada por EE. UU.—principalmente, Starlink de SpaceX—y proteger al continente de la creciente volatilidad geopolítica. En el centro de esta transformación se encuentra Airbus Defence and Space, que ahora participa en conversaciones de alto nivel con las capitales europeas para aumentar la inversión pública, profundizar la integración industrial y resistir una ola inminente de aranceles aeroespaciales.

Lo que está en juego es enorme: el esfuerzo no se trata simplemente de construir satélites, sino de rediseñar el mapa estratégico de las capacidades espaciales y de defensa de Europa.


Representación artística de la constelación de satélites IRIS² en órbita alrededor de la Tierra. (esut.de)
Representación artística de la constelación de satélites IRIS² en órbita alrededor de la Tierra. (esut.de)

En salas de conferencias impersonales en Bruselas, París y Berlín, un nuevo vocabulario está ganando terreno: "soberanía", "resiliencia", "disuasión espacial". Estas no son las palabras de moda de la retórica burocrática, sino la base de IRIS², un proyecto de constelación de satélites público-privado de 10.500 millones de euros diseñado para proporcionar comunicaciones seguras a los gobiernos e industrias europeos.

Dado que el gobierno de EE. UU. puede ejercer influencia sobre las operaciones de Starlink, los funcionarios europeos se han mostrado cautelosos a la hora de depender de activos espaciales controlados por extranjeros. La posible vulnerabilidad se hizo incómodamente evidente durante las recientes crisis geopolíticas, lo que impulsó a Airbus Defence and Space a abogar por una columna vertebral de comunicaciones verdaderamente soberana.

"Estamos viendo un cambio decisivo en el pensamiento estratégico", señaló un analista aeroespacial familiarizado con las conversaciones en curso. "IRIS² no es solo un proyecto tecnológico. Es un cortafuegos político".

De hecho, expertos de la industria advierten que la apuesta de Europa por desacoplarse de Starlink enfrenta obstáculos formidables, entre los que destaca la escala. Starlink opera actualmente más de 5.000 satélites. IRIS² tiene como objetivo desplegar solo una fracción de ese número, aunque centrado en comunicaciones seguras y de alto rendimiento.

"Reemplazar a Starlink no es solo un desafío tecnológico, es una cuestión de si Europa puede reunir la escala de producción y la innovación sostenida que la empresa de Elon Musk ya ha demostrado", observó un participante en un foro reciente de estrategia aeroespacial.


Realineación Estratégica de Airbus: Agilización para la Supervivencia y la Soberanía

Detrás del impulso para IRIS² y otros activos estratégicos se encuentra el cálculo interno de Airbus Defence and Space. Ante cadenas de suministro turbulentas, compresión de márgenes y crecientes riesgos geopolíticos, la compañía ha lanzado una reestructuración interna para volverse "más rápida, más ágil y más competitiva".

Según las comunicaciones internas y las declaraciones públicas, la unidad está agilizando su fuerza laboral y reorganizándose para alinearse mejor con las prioridades cambiantes de defensa y espacio de los gobiernos europeos.

De manera más crucial, Airbus ha planteado la idea de fusionar las operaciones espaciales con otras potencias europeas como Thales y Leonardo, evocando la exitosa empresa paneuropea de misiles MBDA. Aunque todavía es hipotética, tal fusión marcaría un cambio sísmico en el panorama industrial de defensa del continente.

"Existe un creciente apetito entre los gobiernos para apoyar a un 'campeón espacial' europeo", dijo un estratega de la industria con sede en Frankfurt. "Pero los obstáculos políticos y antimonopolio son importantes. La UE tendrá que conciliar la política de competencia con los imperativos estratégicos".

Desglose de los gastos del presupuesto espacial europeo por categoría (por ejemplo, Observación de la Tierra, Navegación, Comunicación, etc.).

CategoríaPorcentaje del Presupuesto de 2024Presupuesto Estimado para 2025 (EUR)
Observación de la Tierra30.5%2.580 millones
Navegación13.5%957 millones
Transporte Espacial13.3%751,8 millones
Programas CientíficosN/A654 millones
Exploración Humana y RobóticaN/A598,9 millones

Airbus ya está en conversaciones con varios gobiernos europeos con respecto al aumento de los gastos en espacio y defensa, lo que se hace eco de una tendencia continental más amplia: en 2023, los presupuestos espaciales gubernamentales alcanzaron un récord de 117.000 millones de dólares. En 2024, aumentaron a 135.000 millones de dólares, con 73.000 millones de dólares asignados a la defensa.


Aranceles y Turbulencias: La Industria Aeroespacial Europea Bajo Asedio

Si bien Airbus se posiciona como un baluarte de la soberanía europea, enfrenta crecientes amenazas externas, entre ellas, los aranceles proteccionistas de Estados Unidos. Con Estados Unidos bajo un liderazgo cada vez más nacionalista, el sector aeroespacial se está preparando para un régimen arancelario que podría inflar aún más los costos y fragmentar las cadenas de suministro globales.

"Los aranceles aeroespaciales son una pérdida para todos", advirtió el CEO de Airbus, Guillaume Faury, en una entrevista reciente. "Aumentan los precios, reducen los márgenes y, en última instancia, dañan todo el ecosistema".

El sentimiento se repite en toda la industria. Las empresas aeroespaciales europeas, que ya están sorteando cadenas de suministro interrumpidas y el aumento de los costos de los insumos, ahora enfrentan la posibilidad de tener que trasladar los aranceles a los clientes de aerolíneas estadounidenses, una medida que corre el riesgo de agravar las relaciones comerciales clave.

Algunos expertos creen que Airbus puede tener una ventaja estratégica en este entorno fragmentado. Con instalaciones de fabricación tanto en Europa como en Estados Unidos, está en mejor posición que algunos rivales para absorber las crisis de costos o ajustar los flujos de producción.

Sin embargo, otros se muestran escépticos. "La idea de que Airbus simplemente puede redirigir o relocalizar en torno a los aranceles subestima lo integradas y frágiles que se han vuelto las cadenas de suministro aeroespaciales", señaló un experto en política comercial en Ginebra. "Esto no es Lego. Son motores a reacción y ópticas espaciales".


Opinión Pública: Entre el Optimismo y el Cinismo

Entre los ciudadanos y profesionales europeos involucrados en el discurso aeroespacial, las opiniones están muy divididas.

En las plataformas sociales y los foros profesionales, muchos elogian el impulso de Europa hacia la independencia estratégica. "Europa debe construir su propia columna vertebral de satélites segura", escribió un usuario. "IRIS² no es solo tecnología, es nuestro escudo contra el control extranjero".

Pero el escepticismo abunda. "Cada arancel es solo un traspaso a los consumidores", argumentó otro comentarista. "En lugar de fomentar la innovación, estas medidas simplemente comprimirán los márgenes y fragmentarán el mercado".

La división refleja una ansiedad más amplia: si bien los objetivos de Europa son nobles, sus herramientas siguen sin probarse.


La Lente del Inversor: Riesgos Hoy, Beneficios Mañana

Para los profesionales del mercado, el panorama es complejo. A corto plazo, las limitaciones de la cadena de suministro, los costos de reestructuración y las presiones arancelarias podrían afectar los márgenes y amortiguar las ganancias.

Sin embargo, a largo plazo, la consolidación de las capacidades aeroespaciales y de defensa de Europa, anclada en programas respaldados por el gobierno como IRIS², puede crear una industria más resiliente e integrada verticalmente.

La integración vertical es una estrategia en la que una empresa posee y controla múltiples etapas de su cadena de suministro, desde las materias primas hasta la distribución del producto final. En la industria aeroespacial, esto permite un mayor control sobre la calidad, los costos y la innovación, lo que garantiza la entrega oportuna de componentes y sistemas críticos al tiempo que mitiga las vulnerabilidades de la cadena de suministro.

Los inversores deben vigilar:

  • Señales de Consolidación: Los anuncios sobre la colaboración Airbus-Thales-Leonardo podrían desencadenar una revalorización al alza para todos los involucrados.
  • Tendencias del Gasto Gubernamental: Los aumentos sostenidos en los presupuestos espaciales y de defensa favorecerán a los contratistas principales con fuertes lazos políticos y conductos de I+D.
  • Desarrollos Arancelarios: Cualquier acción arancelaria formal de EE. UU. podría desencadenar una nueva fijación de precios de las empresas aeroespaciales europeas y desplazar los flujos comerciales hacia las cadenas de suministro intraeuropeas.

Como señaló un estratega de mercado, "si Europa logra construir una infraestructura soberana y consolidar su industria, las recompensas a largo plazo podrían rivalizar con el auge de la defensa estadounidense de principios de la década de 2000".


El Camino por Delante: La Soberanía Tiene un Precio

Las ambiciones aeroespaciales y espaciales de Europa ahora son inseparables de su agenda estratégica más amplia. Al romper con la dependencia espacial de EE. UU. y buscar construir su propia constelación de comunicaciones segura, Europa no solo está invirtiendo en infraestructura, sino que está reescribiendo su doctrina estratégica.

Sin embargo, la autonomía, como la órbita, no es barata. El continente ahora debe navegar por los vientos en contra gemelos de la reacción proteccionista y la ampliación industrial. Airbus, como la empresa aeroespacial insignia del continente, se encuentra en el corazón de esta transformación, con todas las oportunidades, riesgos y escrutinio que ello implica.

Por ahora, la cuenta atrás ha comenzado. Lo que sigue siendo incierto es si el próximo gran salto de Europa se elevará o se estancará en la estratosfera.

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